El reciente pronunciamiento del Consejo Técnico de la Contaduría Pública (CTCP), plasmado en el Concepto 429 de 2023, destaca como una pieza clave en el ámbito contable, arrojando luz sobre el tratamiento del impuesto diferido en las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Este concepto no solo proporciona una guía fundamental para que las Pymes comprendan este aspecto crucial de su actividad financiera, sino que también ayuda a garantizar el cumplimiento de las normativas contables pertinentes.
En este sentido, el CTCP ha enfatizado la importancia de aplicar la Sección 29 de la Norma Internacional de Información Financiera para Pymes (NIIF para Pymes) al abordar el impuesto diferido en las Pymes. Según esta sección, las entidades deben reconocer un activo o pasivo por impuestos diferidos, considerando el impuesto por recuperar o pagar en períodos futuros como resultado de transacciones o sucesos pasados. En términos simples, el impuesto diferido surge de las discrepancias entre los valores registrados en los libros contables de la entidad en su estado financiero y los valores atribuidos por las autoridades fiscales. Además, la sección aborda la compensación de pérdidas o créditos fiscales no utilizados hasta el momento y provenientes de periodos anteriores.
Es esencial destacar que el reconocimiento del impuesto diferido está sujeto a las tasas impositivas vigentes y a la legislación fiscal en la fecha de presentación. Las Pymes deben estar al tanto de las tasas impositivas actuales y de cualquier cambio en la legislación fiscal que pueda afectar su situación financiera.
Un aspecto crucial resaltado por el CTCP es que el cálculo del impuesto diferido no influye en la determinación del impuesto de renta corriente. Estos dos elementos se gestionan de manera independiente, lo que implica que las Pymes deben evitar confusiones o mezclar estos componentes en sus registros contables.
El Concepto 429 de 2023 del CTCP emerge como una herramienta valiosa para las Pymes, ofreciendo orientación precisa sobre cómo abordar el impuesto diferido de manera adecuada. Esto no solo facilita el mantenimiento de registros financieros precisos, en cumplimiento con las normativas contablesaplicables, sino que también habilita la toma de decisiones informadas y estratégicas en el ámbito financiero. En última instancia, esta claridad contribuye al fortalecimiento de la estabilidad y la salud financiera de las Pymes, promoviendo un entorno empresarial más
sólido y sostenible.